Lo que cada periodista debe saber sobre la violencia doméstica

La violencia en las relaciones es un tema sensitivo y difícil de investigar. En primer lugar, los periodistas son responsables por proporcionar datos sobre un tema que es personal y emocional, y que está fuertemente influenciado por las actitudes sociales. Hace menos de 50 años, la violencia doméstica no se consideraba un delito a menos que hubiera lesiones físicas graves. Cuando los periodistas comienzan su investigación sobre la violencia doméstica, tienen que ser conscientes de que en algunos grupos todavía existen puntos de vista que no tienen ningún problema con el abuso verbal, emocional y físico.

Por lo general, hay dos tipos de reportajes sobre la violencia doméstica: noticias de última hora inmediatamente después de un asesinato, una violación de alto perfil, o un proceso jurídico único, e historias informativas que exploran el tema con más profundidad y desde un ángulo único. Para poder tener éxito en proveer reportajes precisos e informativos en ambos casos, los periodistas deben conocer bien la situación en general y obtener diversas fuentes de información. También deben investigar cómo es que se revelan en sus comunidades varios aspectos específicos de la violencia doméstica.

1) Cómo reportar sobre la violencia doméstica después de una tragedia

Cuando hay un asesinato u otro tipo de ataque de alto perfil, las limitaciones de tiempo son a menudo el obstáculo más grande para el periodista. Aquí hay algunos consejos sobre la manera de acceder rápidamente a un contexto para sus historias:

Busque más detalles sobre el caso

  • Consulte con la policía local para ver si el delito se ajusta a la definición legal de violencia doméstica.
  • Averigüe si hay evidencia previa de la violencia doméstica. ¿Respondió la policía anteriormente a querellas en la misma dirección? ¿Buscó la víctima ayuda en alguno de los refugios locales u organizaciones de defensa? ¿Existen para el caso algunas órdenes de protección u otros registros de la corte?
  • Entienda que hay varios tipos de órdenes jurídicas, las cuales varían de estado a estado, tales como “órdenes de protección” y “órdenes de no contacto.”

Aprenda rápidamente sobre el tema

  • Sea cual sea su especialidad en el periodismo, tenga en cuenta los muchos elementos de la historia: la violencia doméstica es una historia de crimen, de los derechos humanos, de la salud pública, y de la ciencia (ej., desde la psicología de las relaciones abusivas, al impacto sobre la bioquímica de la víctima de la violencia repetida). 
  • Para obtener más contexto, hable con al menos un experto/a legal, un consejero/a y una organización que trabaje para los derechos de las víctimas. Pregúnteles: ¿Cómo controlan los abusadores a sus víctimas? ¿Existen en este caso algunas de las dinámicas típicas en las relaciones abusivas? ¿Cuáles son los signos de alerta? ¿Qué se puede hacer cuando se ven señales de advertencia? ¿Qué protección local hay para las víctimas? ¿Qué está haciendo su organización para prevenir la violencia doméstica? ¿A qué número telefónico pueden llamar las víctimas para pedir ayuda?
  • Averigüe qué tan común es el problema en su comunidad: ¿A cuántos reportes de la violencia doméstica ha respondido la policía local en el año pasado? ¿Hay otras líneas telefónicas para las víctimas? ¿Cuántas órdenes de protección se presentaron en su ciudad o estado? ¿Cuántas violaciones hay de esas órdenes? ¿Cuántas víctimas han encontrado refugio en años anteriores?
  • Busque los programas públicos y las organizaciones sin fines de lucro que trabajan con las víctimas. El estado por lo menos tendrá el número de programas públicos: ¿A cuántos adultos y niños sirvieron ellos con grupos de apoyo, la ayuda legal y la consejería individual?

Separe los hechos de las percepciones

  • Inmediatamente después de un asesinato, los familiares, amigos y vecinos muy a menudo no quieren hablar mal de los fallecidos. Los estudios muestran que inicialmente tienden a negar los malos tratos anteriores y a describir al acusado en términos positivos. Los compañeros de trabajo tienden a apoyar a la persona con la cual trabajaron, y a culpar a la pareja, sin importar si trabajaban con la víctima o el agresor. Al entrevistar a estas fuentes de información, pregúnteles si habían visto signos de maltrato, incluyendo las lesiones físicas, los gritos de auxilio, o la presencia de la policía en su casa por la noche.
  • Confíe en los registros y comentarios de la policía, pero también recuerde que ellos pueden tener información errónea sobre la dinámica del abuso y que esta falta de precisión puede dejar su huella en el reporte. Por ejemplo, no es raro escuchar a la policía echar la culpa a un “matrimonio con problemas” por un asesinato que claramente tenía un agresor y una víctima.

2) Cómo reportar sobre la violencia doméstica fuera de las tragedias

Los reportajes sobre la violencia doméstica fuera de los tiempos de tragedia pueden iluminar cómo es que este delito prevenible afecta a la comunidad y tiene consecuencias negativas para muchas personas. Como ejemplo, Kristen Lombardi, periodista investigativa en el Centro para la Integridad Pública en los EE.UU., encontró una perspectiva sobre el problema institucional de las violaciones entre estudiantes universitarios, centrándose en cómo es que las universidades responden a las quejas de los estudiantes y algunas veces tratan de cubrir tales quejas. Su serie galardonada se puede encontrar en internet. (Usted también puede encontrar más ejemplos inspiradores de cómo enmarcar los proyectos de investigación sobre la violencia doméstica en la sección Premio Dart.)

Aquí hay algunos consejos que le ayudarán a entender mejor la situación, trabajar con las víctimas, y estar consciente de varios retos periodísticos.

Sea ingenioso/a en la búsqueda de ideas

  • ¿Ha subido o bajado el número de llamadas a la policía a causa de la violencia doméstica? ¿Qué tan buena es la respuesta de la policía a estas querellas?
  • ¿Ha subido o bajado el número de asesinatos a causa de la violencia doméstica? ¿Se cerró algún refugio por falta de dinero, o ha tenido que rechazar a las víctimas por falta de espacio? ¿Han funcionado o sido contraproducentes los esfuerzos locales de prevención?
  • Tenga en cuenta los factores de riesgo y cómo se manifiestan: En su ciudad, ¿es más frecuente la violencia doméstica entre los edades de 20 y 24 años? ¿Cómo está la situación entre las comunidades de inmigrantes recientes o de bajos ingresos? Investigue estos factores de riesgo, pero recuerde también que la violencia doméstica afecta a personas de todas las edades, clases socioeconómicas y razas.
  • Revise las leyes locales sobre la violencia doméstica: ¿Quién está protegido/a de la violencia doméstica? ¿Cuáles crímenes están incluidos en la ley? ¿Qué tipos de órdenes de protección existen para las víctimas? ¿Son las leyes de su estado a la par con las de otros estados?
  • ¿Cómo es que las personas y las organizaciones que están protegiendo a las víctimas están ayudando la situación? ¿Lo están? ¿Hay un caso concreto o una víctima concreta que le podría ayudar a ilustrar un panorama más amplio sobre el asunto (como lo que se hizo con Johanna Orozco, la heroína de la premiada serie “Johanna: Siga adelante”  en The Cleveland Plain Dealer [el periódico más grande del estado de Ohio] al mostrar qué tan común era la violencia doméstica en su comunidad de Cleveland).

Sea consciente al trabajar con las víctimas y los sobrevivientes

  • Al acercarse a las víctimas y sobrevivientes, asegúrese de que usted es honesto/a acerca del énfasis que desea dar a su reportaje. Explíqueles que deben compartir su historia en detalle, lo que sucederá con la información que le dan, cómo será el ángulo principal de la historia, y cuando la historia va a ser publicada o difundida.
  • Tome el tiempo y haga el esfuerzo para buscar a las víctimas que ya están preparadas tanto física como emocionalmente para compartir sus historias. No empuje a nadie que no esté listo/a a compartir su historia. Ninguna historia vale tanto que uno debe forzar a un sobreviviente a vivir de nuevo la experiencia y/o de ponerse en peligro o tomar riesgos innecesarios.
  • Antes de hablar con las víctimas, obtenga información sobre las póliticas de su organización noticiosa respecto a compartir historias o palabras de las víctimas antes de la publicación. Muchos periodistas han descubierto que las reglas cambian cuando uno trabaja con las víctimas de trauma. Unos periodistas premiados (ej., Rachel Dissell, Rob Pérez y Kristen Lombardi) comparten primero con las víctimas lo que van a publicar, sean las palabras de la víctima, un resumen de sus palabras, y/o toda la historia.
  • Cuando usted habla con las víctimas de la posibilidad de una entrevista, deles cierto control al escoger el lugar, quién estará allí, y cómo quieren estructurar la conversación. Sea amable. Los periodistas pueden ser compasivos sin abogar por las víctimas.
  • Para la entrevista, no tenga miedo de tomar notas escritas o grabar la conversación. Si bien esto puede parecer extraño en una conversación de temas íntimos, también estas herramientas son un importante recordatorio al sobreviviente que la conversación es una entrevista y de que usted de hecho es periodista. (Para más consejos sobre la entrevista, vea los “Consejos Rápidos” titulados “La entrevista”.)
  • Piense más allá de las heridas visibles: ¿Cómo son afectadas las vidas de las personas? ¿Cómo es vivir en un refugio, con una dirección secreta, y/o en temor de su pareja? ¿Cómo duermen las víctimas? ¿Pueden encontrar trabajo y sustento? ¿Todavía ven a sus amigos? ¿Cómo responden los miembros de su familia a la situación?
  • Esté abierto/a a la experiencia de la víctima. Por ejemplo, tal vez usted está pensando que la historia tiene que ver con la recuperación de lesiones graves, mientras que la historia, desde la perspectiva de la víctima, tiene más que ver con la construcción de una nueva vida.
  • Esté preparado/a para la complejidad. Las víctimas rara vez son santas. Al mismo tiempo, las decisiones y las previas experiencias del sobreviviente no disminuyen el crimen que se cometió. No culpe a la víctima porque había tenido una historia de involucrarse con las personas equivocadas. La responsabilidad no cae sobre las mujeres que se sienten atrapadas en las relaciones abusivas, sino con los hombres que les hacen daño, abusan sexualmente de ellas, y/o las asesinan.

Manténgase al tanto de los retos

  • ¿Cambia la historia a medida que usted profundiza? Mantenga a sus editores informados de los nuevos aspectos o desarrollos que se descubren.
  • Sea consciente de la velocidad y el alcance de los medios de comunicación social. En un caso reciente de la violencia doméstica en el estado de Massachusetts, un periodista compartió la dirección de una víctima a través de Twitter, pensando que era la manera más rápida de compartir la información con un colega. También fue una manera rápida de informar al agresor. Nunca está bien compartir información que puede revelar la ubicación o la identidad de una víctima, a menos que sea autorizado por la víctima.
  • Muchas veces se necesita mucha energía mental y emocional para trabajar con las víctimas e investigar las historias de la violencia doméstica. Asegúrese de que usted no esté trabajando solo/a. Hable con amigos o compañeros de trabajo, y construya su propio “grupo de apoyo”. (Para obtener más recursos para poder manejar el impacto emocional del periodismo, por favor consulte la página de auto-cuidado en el sitio web del Centro Dart.)
  • Es posible que usted encuentre personas dentro y fuera de la sala de redacción que le acusen de tener una agenda. Comparta con ellos los datos sobre la violencia doméstica y cómo afecta a las comunidades que ponen de relieve por qué es importante compartir esta historia. (En este respecto, vea los “Consejos Rápidos” titulados “Lo básico”.)