Lo que cada periodista debe saber sobre la violencia doméstica

Estos “consejos rápidos” sobre cómo reportar sobre la violencia doméstica, fueron escritos para el taller “Saliendo de las sombras: Cómo reportar sobre la violencia doméstica”, presentado en el Centro Dart en el 2011.

Lo Básico

¿Qué es la violencia doméstica?

La violencia doméstica (Intimate Partner Violence o IPV por sus siglas en inglés) es una conducta habitual abusiva que incluye tales comportamientos como el abuso verbal, las amenazas, la intimidación, la conducta manipuladora, el asalto físico y sexual, la violación, y homicidio. Los adultos y los jóvenes adolescentes utilizan la violencia doméstica para mantener el poder y el control sobre sus parejas íntimas.

La violencia doméstica es un comportamiento aprendido, y por lo general aumenta en frecuencia y severidad con el tiempo. Los abusadores no toman la responsabilidad por sus acciones, y siguen pensando que está bien usar la violencia contra sus parejas, hasta que sean confrontados, ya sea por la víctima, o por sus compañeros de trabajo, amigos y familiares, la policía y/u otros en la sociedad.

¿Quiénes son las víctimas? ¿Quiénes son los agresores?

Tanto las víctimas como los agresores provienen de todos los niveles socioeconómicos y educativos, y de todas las razas y religiones. La violencia doméstica afecta a personas de todas las edades y orientaciones sexuales. Sin embargo, cuando se trata del género, ya no es equilibrada: las víctimas de la violencia doméstica son en su mayoría las mujeres, y los abusadores son en su mayoría los hombres. En los EE.UU., el 85% de las víctimas de la violencia doméstica son mujeres. Además, en el 80% de los homicidios que resultan de la violencia doméstica (y no importa cuál de los dos fue asesinado/a), el hombre físicamente maltrataba a la mujer antes del asesinato. En una relación, las mujeres también son dos veces más propensas a sufrir lesiones que los hombres.

¿Qué tan común es la violencia doméstica?

De acuerdo con el Centro para el Control de las Enfermedades en los EE.UU., alrededor de 1.3 millones de mujeres en ese país son víctimas de la violencia doméstica cada año. Una de cada cuatro mujeres experimenta en su vida el asalto físico por su pareja. En comparación, el 7.5% de los hombres reportan haber sido víctimas de la violencia doméstica. Un estudio del Departamento de Justicia en los EE.UU. encontró que menos del 20% de las víctimas buscan el tratamiento médico después de haber recibido una lesión de su pareja.

¿Hay ciertas características que los agresores tienen en común?

No. Muchas veces las noticias reportan que los homicidios que resultan de la violencia doméstica a menudo contienen un elemento de sorpresa, y que el hombre que cometió el delito era de otra manera “normal”, un padre amoroso, un hombre de familia, un voluntario abnegado. Por lo general, esto refleja los sentimientos de los miembros de la familia y los amigos que conocían al asesino. Esto distorsiona la realidad de cómo la violencia doméstica funciona dentro de nuestras comunidades.

Los numerosos estudios revelan que los abusadores casi siempre funcionan socialmente en sus lugares de trabajo, y que a menudo son muy queridos por los demás. Esta contradicción, de buenas personas que maltratan a sus parejas cuando nadie está mirando, es el núcleo de muchas ideas erróneas sobre la violencia doméstica. Los periodistas deben reconocer y reportar con precisión esta dinámica, para que el público entienda que es típico ver a los abusadores mostrando una cara amable al mundo, mientras que aterrorizan a sus parejas. El nivel de integración de un sospechoso dentro de la vida comunitaria no es un indicador de cómo es vivir con él.

¿Por qué se quedan las víctimas en las relaciones abusivas?

Hay muchas razones. La literatura muestra que por lo general las víctimas no pueden pagar una vivienda o encontrar un trabajo para su sustento, y que muchos tienen miedo y/o no quiere perder o poner en peligro a sus hijos. Algunos han descubierto que no hay ninguna protección jurídica eficaz contra el agresor. También hay otras razones, tales como las creencias religiosas, el estatus migratorio, y las presiones familiares.

Sin el contexto de lo que impulsa a la violencia doméstica, los vecinos y los miembros de la familia que conocían al agresor a menudo utilizan la pregunta “¿Por qué no lo dejó?” para culpar a la víctima y/o cuestionar sus decisiones.

Es importante que los periodistas no caigan en esta trampa. Al igual que con todos los demás delitos, la responsabilidad de la conducta violenta en una relación solamente pertenece al agresor.
En sus reportajes, los periodistas nunca deben repetir ingenuamente esa pregunta. En su investigación privada, pueden usar la pregunta para entender mejor la dinámica de las relaciones abusivas y las opciones limitadas de las mujeres que terminan como víctimas.

A pesar de los obstáculos, muchas de las víctimas acaban por dejar a su abusador. Sin embargo, dejar a un abusador muchas veces es un proceso que lleva tiempo y que contiene múltiples pasos.

¿Cómo intensifican las relaciones abusivas?

Puesto que la violencia doméstica tiene que ver con el poder y el control, la lucha de la víctima para liberarse a menudo resulta directamente en la escalada de la agresión. El homicidio más a menudo ocurre cuando una mujer ha terminado o está tratando de poner fin a la relación con su agresor.

Es importante que los periodistas sepan esto, ya que nos proporciona un puente narrativo desde los detalles de un asesinato horrible hacia un contexto más amplio en el que el crimen ocurrió. Aquí los periodistas tienen una oportunidad para iluminar lo que sucedió antes del crimen, y de compartir cómo es que los intentos de liberarse muchas veces son precursores comunes de la escalada de la violencia. Los periodistas también pueden aprovechar del momento para hablar sobre las señales de tal abuso, los esfuerzos locales de prevención del abuso, y los servicios de apoyo a las víctimas, que son elementos cruciales en el reportaje de la violencia doméstica en nuestras comunidades. También ilustra por qué es que los periodistas deben tomar medidas adicionales para proteger a las víctimas en casos que permanecen abiertos.

¿Cómo afecta la violencia doméstica a la sociedad en general?

La violencia doméstica no es un asunto privado. Tiene graves consecuencias para las víctimas y abusadores, para sus hijos, y para toda la sociedad. Muchos estudios y estadísticas han sido publicados en las últimas dos décadas, iluminando el impacto de la violencia doméstica a largo plazo. El siguiente es un resumen de algunos de los puntos más importantes y recurrentes.

Impacto en las víctimas: Sufrir el abuso frecuente puede afectar los ingresos y el desempeño laboral de la víctima. Un 20% de las mujeres víctimas pierden sus trabajos. Las víctimas de la violencia doméstica también son más propensas a sufrir de depresión, lo cual puede resultar en el descuido de los niños. Y las mujeres maltratadas son de cuatro a cinco veces más propensas a cometer suicidio. La literatura muestra que la violencia doméstica también resulta en muchas personas dejando sus hogares para vivir en las calles. En varias ciudades de los EE.UU., de 20 a 40% de los padres de familia que viven en las calles reportan haber abandonado su hogar debido a conflictos violentos.

Impacto en los niños: Los niños que son testigos o víctimas de la violencia doméstica con frecuencia presentan síntomas como pesadillas, aislamiento, sensación de culpa, baja autoestima y agresión contra los demás. Los hombres que han sido testigos de la violencia doméstica como niños son dos veces más propensos a maltratar a sus esposas, que los hijos de los padres no violentos. De 40 a 60% de los hombres que maltratan a sus esposas también abusar a sus hijos.

Impacto en la sociedad: De acuerdo con un estudio publicado por el Centro para el Control de las Enfermedades en el 2007, cada año en los Estados Unidos hay más de 16,000 homicidios y más de dos millones de lesiones que requieren atención médica debido a la violencia doméstica, costando más de $37 millones una vez que se cuentan todos los costos (ej., el tratamiento médico y psicológico, los días de trabajo perdidos, y tales servicios públicos como los tribunales.)

¿Cuáles son los errores más comunes en el reportaje sobre la violencia doméstica?

  • Se presentan los homicidios que resultan de la violencia doméstica como un evento sorprendente, “chocante” y aislado.
  • No se presenta el contexto, incluyendo la frecuencia con que ocurre la violencia doméstica en la comunidad.
  • El reportaje no incluye información sobre cómo prevenir la violencia doméstica, y/o en dónde las víctimas pueden buscar ayuda.
  • Los expertos no son entrevistados como parte del reportaje.
  • Se presentan las historias de mujeres maltratando a los hombres como un fenómeno nuevo.
  • Se culpa a la víctima por lo sucedido.
  • El reportaje pretende ofrecer excusas para el abusador y/o menosprecia la importancia del crimen.

 


Preparativos: Dónde buscar y qué preguntas hacer

La violencia en las relaciones es un tema sensitivo y difícil de investigar. En primer lugar, los periodistas son responsables por proporcionar datos sobre un tema que es personal y emocional, y que está fuertemente influenciado por las actitudes sociales. Hace menos de 50 años, la violencia doméstica no se consideraba un delito a menos que hubiera lesiones físicas graves. Cuando los periodistas comienzan su investigación sobre la violencia doméstica, tienen que ser conscientes de que en algunos grupos todavía existen puntos de vista que no tienen ningún problema con el abuso verbal, emocional y físico.

Por lo general, hay dos tipos de reportajes sobre la violencia doméstica: noticias de última hora inmediatamente después de un asesinato, una violación de alto perfil, o un proceso jurídico único, e historias informativas que exploran el tema con más profundidad y desde un ángulo único. Para poder tener éxito en proveer reportajes precisos e informativos en ambos casos, los periodistas deben conocer bien la situación en general y obtener diversas fuentes de información. También deben investigar cómo es que se revelan en sus comunidades varios aspectos específicos de la violencia doméstica.

1) Cómo reportar sobre la violencia doméstica después de una tragedia

Cuando hay un asesinato u otro tipo de ataque de alto perfil, las limitaciones de tiempo son a menudo el obstáculo más grande para el periodista. Aquí hay algunos consejos sobre la manera de acceder rápidamente a un contexto para sus historias:

Busque más detalles sobre el caso

  • Consulte con la policía local para ver si el delito se ajusta a la definición legal de violencia doméstica.
  • Averigüe si hay evidencia previa de la violencia doméstica. ¿Respondió la policía anteriormente a querellas en la misma dirección? ¿Buscó la víctima ayuda en alguno de los refugios locales u organizaciones de defensa? ¿Existen para el caso algunas órdenes de protección u otros registros de la corte?
  • Entienda que hay varios tipos de órdenes jurídicas, las cuales varían de estado a estado, tales como “órdenes de protección” y “órdenes de no contacto.”

Aprenda rápidamente sobre el tema

  • Sea cual sea su especialidad en el periodismo, tenga en cuenta los muchos elementos de la historia: la violencia doméstica es una historia de crimen, de los derechos humanos, de la salud pública, y de la ciencia (ej., desde la psicología de las relaciones abusivas, al impacto sobre la bioquímica de la víctima de la violencia repetida). 
  • Para obtener más contexto, hable con al menos un experto/a legal, un consejero/a y una organización que trabaje para los derechos de las víctimas. Pregúnteles: ¿Cómo controlan los abusadores a sus víctimas? ¿Existen en este caso algunas de las dinámicas típicas en las relaciones abusivas? ¿Cuáles son los signos de alerta? ¿Qué se puede hacer cuando se ven señales de advertencia? ¿Qué protección local hay para las víctimas? ¿Qué está haciendo su organización para prevenir la violencia doméstica? ¿A qué número telefónico pueden llamar las víctimas para pedir ayuda?
  • Averigüe qué tan común es el problema en su comunidad: ¿A cuántos reportes de la violencia doméstica ha respondido la policía local en el año pasado? ¿Hay otras líneas telefónicas para las víctimas? ¿Cuántas órdenes de protección se presentaron en su ciudad o estado? ¿Cuántas violaciones hay de esas órdenes? ¿Cuántas víctimas han encontrado refugio en años anteriores?
  • Busque los programas públicos y las organizaciones sin fines de lucro que trabajan con las víctimas. El estado por lo menos tendrá el número de programas públicos: ¿A cuántos adultos y niños sirvieron ellos con grupos de apoyo, la ayuda legal y la consejería individual?

Separe los hechos de las percepciones

  • Inmediatamente después de un asesinato, los familiares, amigos y vecinos muy a menudo no quieren hablar mal de los fallecidos. Los estudios muestran que inicialmente tienden a negar los malos tratos anteriores y a describir al acusado en términos positivos. Los compañeros de trabajo tienden a apoyar a la persona con la cual trabajaron, y a culpar a la pareja, sin importar si trabajaban con la víctima o el agresor. Al entrevistar a estas fuentes de información, pregúnteles si habían visto signos de maltrato, incluyendo las lesiones físicas, los gritos de auxilio, o la presencia de la policía en su casa por la noche.
  • Confíe en los registros y comentarios de la policía, pero también recuerde que ellos pueden tener información errónea sobre la dinámica del abuso y que esta falta de precisión puede dejar su huella en el reporte. Por ejemplo, no es raro escuchar a la policía echar la culpa a un “matrimonio con problemas” por un asesinato que claramente tenía un agresor y una víctima.

2) Cómo reportar sobre la violencia doméstica fuera de las tragedias

Los reportajes sobre la violencia doméstica fuera de los tiempos de tragedia pueden iluminar cómo es que este delito prevenible afecta a la comunidad y tiene consecuencias negativas para muchas personas. Como ejemplo, Kristen Lombardi, periodista investigativa en el Centro para la Integridad Pública en los EE.UU., encontró una perspectiva sobre el problema institucional de las violaciones entre estudiantes universitarios, centrándose en cómo es que las universidades responden a las quejas de los estudiantes y algunas veces tratan de cubrir tales quejas. Su serie galardonada se puede encontrar en internet. (Usted también puede encontrar más ejemplos inspiradores de cómo enmarcar los proyectos de investigación sobre la violencia doméstica en la sección Premio Dart.)

Aquí hay algunos consejos que le ayudarán a entender mejor la situación, trabajar con las víctimas, y estar consciente de varios retos periodísticos.

Sea ingenioso/a en la búsqueda de ideas

  • ¿Ha subido o bajado el número de llamadas a la policía a causa de la violencia doméstica? ¿Qué tan buena es la respuesta de la policía a estas querellas?
  • ¿Ha subido o bajado el número de asesinatos a causa de la violencia doméstica? ¿Se cerró algún refugio por falta de dinero, o ha tenido que rechazar a las víctimas por falta de espacio? ¿Han funcionado o sido contraproducentes los esfuerzos locales de prevención?
  • Tenga en cuenta los factores de riesgo y cómo se manifiestan: En su ciudad, ¿es más frecuente la violencia doméstica entre los edades de 20 y 24 años? ¿Cómo está la situación entre las comunidades de inmigrantes recientes o de bajos ingresos? Investigue estos factores de riesgo, pero recuerde también que la violencia doméstica afecta a personas de todas las edades, clases socioeconómicas y razas.
  • Revise las leyes locales sobre la violencia doméstica: ¿Quién está protegido/a de la violencia doméstica? ¿Cuáles crímenes están incluidos en la ley? ¿Qué tipos de órdenes de protección existen para las víctimas? ¿Son las leyes de su estado a la par con las de otros estados?
  • ¿Cómo es que las personas y las organizaciones que están protegiendo a las víctimas están ayudando la situación? ¿Lo están? ¿Hay un caso concreto o una víctima concreta que le podría ayudar a ilustrar un panorama más amplio sobre el asunto (como lo que se hizo con Johanna Orozco, la heroína de la premiada serie “Johanna: Siga adelante”  en The Cleveland Plain Dealer [el periódico más grande del estado de Ohio] al mostrar qué tan común era la violencia doméstica en su comunidad de Cleveland).

Sea consciente al trabajar con las víctimas y los sobrevivientes

  • Al acercarse a las víctimas y sobrevivientes, asegúrese de que usted es honesto/a acerca del énfasis que desea dar a su reportaje. Explíqueles que deben compartir su historia en detalle, lo que sucederá con la información que le dan, cómo será el ángulo principal de la historia, y cuando la historia va a ser publicada o difundida.
  • Tome el tiempo y haga el esfuerzo para buscar a las víctimas que ya están preparadas tanto física como emocionalmente para compartir sus historias. No empuje a nadie que no esté listo/a a compartir su historia. Ninguna historia vale tanto que uno debe forzar a un sobreviviente a vivir de nuevo la experiencia y/o de ponerse en peligro o tomar riesgos innecesarios.
  • Antes de hablar con las víctimas, obtenga información sobre las póliticas de su organización noticiosa respecto a compartir historias o palabras de las víctimas antes de la publicación. Muchos periodistas han descubierto que las reglas cambian cuando uno trabaja con las víctimas de trauma. Unos periodistas premiados (ej., Rachel Dissell, Rob Pérez y Kristen Lombardi) comparten primero con las víctimas lo que van a publicar, sean las palabras de la víctima, un resumen de sus palabras, y/o toda la historia.
  • Cuando usted habla con las víctimas de la posibilidad de una entrevista, deles cierto control al escoger el lugar, quién estará allí, y cómo quieren estructurar la conversación. Sea amable. Los periodistas pueden ser compasivos sin abogar por las víctimas.
  • Para la entrevista, no tenga miedo de tomar notas escritas o grabar la conversación. Si bien esto puede parecer extraño en una conversación de temas íntimos, también estas herramientas son un importante recordatorio al sobreviviente que la conversación es una entrevista y de que usted de hecho es periodista. (Para más consejos sobre la entrevista, vea los “Consejos Rápidos” titulados “La entrevista”.)
  • Piense más allá de las heridas visibles: ¿Cómo son afectadas las vidas de las personas? ¿Cómo es vivir en un refugio, con una dirección secreta, y/o en temor de su pareja? ¿Cómo duermen las víctimas? ¿Pueden encontrar trabajo y sustento? ¿Todavía ven a sus amigos? ¿Cómo responden los miembros de su familia a la situación?
  • Esté abierto/a a la experiencia de la víctima. Por ejemplo, tal vez usted está pensando que la historia tiene que ver con la recuperación de lesiones graves, mientras que la historia, desde la perspectiva de la víctima, tiene más que ver con la construcción de una nueva vida.
  • Esté preparado/a para la complejidad. Las víctimas rara vez son santas. Al mismo tiempo, las decisiones y las previas experiencias del sobreviviente no disminuyen el crimen que se cometió. No culpe a la víctima porque había tenido una historia de involucrarse con las personas equivocadas. La responsabilidad no cae sobre las mujeres que se sienten atrapadas en las relaciones abusivas, sino con los hombres que les hacen daño, abusan sexualmente de ellas, y/o las asesinan.

Manténgase al tanto de los retos

  • ¿Cambia la historia a medida que usted profundiza? Mantenga a sus editores informados de los nuevos aspectos o desarrollos que se descubren.
  • Sea consciente de la velocidad y el alcance de los medios de comunicación social. En un caso reciente de la violencia doméstica en el estado de Massachusetts, un periodista compartió la dirección de una víctima a través de Twitter, pensando que era la manera más rápida de compartir la información con un colega. También fue una manera rápida de informar al agresor. Nunca está bien compartir información que puede revelar la ubicación o la identidad de una víctima, a menos que sea autorizado por la víctima.
  • Muchas veces se necesita mucha energía mental y emocional para trabajar con las víctimas e investigar las historias de la violencia doméstica. Asegúrese de que usted no esté trabajando solo/a. Hable con amigos o compañeros de trabajo, y construya su propio “grupo de apoyo”. (Para obtener más recursos para poder manejar el impacto emocional del periodismo, por favor consulte la página de auto-cuidado en el sitio web del Centro Dart.)
  • Es posible que usted encuentre personas dentro y fuera de la sala de redacción que le acusen de tener una agenda. Comparta con ellos los datos sobre la violencia doméstica y cómo afecta a las comunidades que ponen de relieve por qué es importante compartir esta historia. (En este respecto, vea los “Consejos Rápidos” titulados “Lo básico”.)

El producto: Redacción con precisión y contexto

El elemento más importante en el reportaje sobre la violencia doméstica es el contexto. Los casos espectaculares llaman la atención de todos los periodistas, pero rara vez son tragedias inexplicables e impredecibles. Los periodistas tienen la responsabilidad de contar las historias de violencia doméstica por lo que son: un fenómeno demasiado común.

Con demasiada frecuencia, los noticieros fallan en esto. Diversos estudios han demostrado que menos del 30 por ciento de las noticias sobre los homicidios que resultan de la violencia doméstica mencionan que esto es un problema común. En un estudio de la Universidad de Hartford en el 2010, el 99% de los artículos sobre la violencia doméstica publicados entre el 2000 y el 2003 no incluyeron datos o estadísticas sobre la violencia doméstica, y 100% fallaron en compartir detalles sobre cómo prevenirla. En el mismo estudio, una de cada tres historias sugirió un pretexto para el agresor, y una de cada cinco historias indicaron cierta culpa por parte de la víctima.

Con estos “Consejos Rápidos”, los periodistas pueden evitar estas y otras trampas, y así elaborar historias más precisas y eficaces sobre cómo es que la violencia doméstica afecta a las personas y sus vidas.

1) Examine los estereotipos y distinga entre explicaciones y excusas

Especialmente en las noticias de última hora, los periodistas a menudo tienen que reducir un delito y lo poco que se sabe de él a un par de frases rápidas. Para hacer esto, muchas veces nos basamos en estereotipos y simplificaciones. Lo que distingue a un reportaje meramente adecuado de una gran historia sobre la violencia doméstica muchas veces consiste en las palabras que usan los escritores y editores para confirmar o no nuestros mitos.

Muchas veces, por ejemplo, al tratar de explicar lo que llevó a un crimen, los periodistas suelen utilizar un lenguaje que pretende explicar la violencia. Desafortunadamente, muchas veces acaban excusando la violencia o haciéndola parecer inevitable. ¿Cuántas veces ha leído usted una historia que dice en esencia: “De acuerdo con los familiares y amigos de la víctima, hace años tenía una relación preocupante y estaba en una espiral descendente.”

De hecho, hay muchas maneras de salir de la espiral. Hay muchos puntos potenciales de intervención ofrecidos por los refugios locales, los grupos de defensa, la protección jurídica y la consejería. En lugar de confirmar la desesperanza, los relatos ofrecen una oportunidad de comunicar una alternativa al aislamiento. Los periodistas fácilmente podrían poner el hecho de que un delito no pudo ser prevenido en el contexto de los esfuerzos locales para impedir a otros delitos. Aun si usted no tiene tiempo para formular una noticia de última hora, mejor podría decir: “De acuerdo con los familiares y amigos de la víctima, hace años tenía una relación preocupante. Es típico que los involucrados en una relación abusiva se sientan como si no haya manera de salir de la espiral descendente. Los defensores locales, tales como [refugio o grupo local] están tratando de cambiar esta situación.”

2) Desarrolle caracterizaciones exactas

Fíjese bien en los estereotipos, y considere las caracterizaciones comunes incluidas en casi todas las historias sobre la violencia doméstica. Se describe la víctima, el abusador, su relación, y el delito. En cada una de estas descripciones, podemos caer en mitos fáciles: Pintamos al agresor como “hombre decente” y a la víctima como una persona “complicada”. Describimos su relación como un romance que terminó mal, y al crimen como un crimen de pasión.

Una vez más, estos estereotipos confirman las imágenes engañosas acerca de la dinámica de las relaciones abusivas. Tales estereotipos no informan al público que los hombres que parecen ser decentes realmente pueden ser abusadores. No revelan con precisión que la relación era una lucha por el poder y el control por el agresor, y que la violencia doméstica no es una reacción apasionada sino una conducta aprendida.

Es más relevante reportar si la víctima ha pedido ayuda antes (y cómo), si el abusador tenía antecedentes de violencia en esta u otra relación, y si hubo evidencia del control en la relación. (Para consejos en este respecto, vea los “consejos rápidos” sobre “Preparativos: Dónde buscar y qué preguntas hacer”.) Es importante determinar si un incidente de la violencia doméstica no fue un hecho aislado, sino el punto final en un patrón de abuso que es más común de lo que muchos creen.

3) Ponga en contexto las fuentes de información prejuiciadas

Como bien lo saben todos los periodistas que reportan sobre el crimen, siempre hay amigos y vecinos que hablarán del abusador como amable y generoso, y de la víctima como una persona afligida, defectuosa, y culpable. También, inmediatamente después de un crimen horrible, las personas a menudo están en un estado de “shock” y pueden percibir el incidente como una anomalía, sea o no el caso.
No siempre podemos olvidarnos de estas perspectivas; reflejan cómo piensa y se siente una comunidad acerca de un evento que ha alterado su equilibrio. Lo más importante aquí es que no se usen dichas declaraciones ingenuamente, fuera de contexto. Es importante encontrar un equilibrio entre la presunción de inocencia y la presentación de las denuncias de violencia doméstica en su contexto. Cada noticia acerca de la violencia doméstica da forma a la comprensión del público del contexto y de los temas más amplios.

En lugar de citar las palabras de un amigo del presunto abusador, diciendo, “Él es tan dulce y suave. No creo que él es capaz de hacerle daño a nadie”, comience con “Como sucede a menudo cuando la violencia doméstica afecta a una comunidad, las personas cercanas a [nombre del abusador] no podían creer que la persona a la que conocía tan bien era capaz de cometer un crimen. ‘Él es tan dulce y suave. No creo que él es capaz de hacerle daño a nadie’, dijo [amigo del abusador.] Sin embargo, no es raro que los abusadores muestren una cara diferente, más amable con el público, dice [nombre], un experto en la violencia doméstica.”

O, en lugar de simplemente citar a un miembro de la familia de un agresor, diciendo que el agresor mató a su esposa y sus hijos porque “Él se los llevó con él, porque los amaba mucho”, ponga las palabras en su contexto, añadiendo que las relaciones abusivas a menudo son idealizadas por las víctimas y por los familiares y amigos cercanos, y que muchas veces los familiares y amigos también pueden confundir los signos de alerta con indicadores de una relación cercana y amorosa.

Si se usan con cuidado, tales comentarios pueden ayudar al público a entender por qué persiste el problema de la violencia doméstica.

4) Asegúrese de incluir los recursos y los expertos

A menos que el evento acabe de pasar en las últimas horas, no hay excusa para no incluir en sus historias las citas de expertos y la información contextual sobre la violencia doméstica. Aquí hay algunos puntos que usted debe tener en cuenta:

  • Recuerde que hay cada persona tiene su perspectiva: los defensores que luchan por los derechos de las mujeres, la policía local, los profesionales de salud mental que tratan a las víctimas y a los abusadores, y los académicos que analizan el fenómeno. Trate de incluir en su narrativa más de una sola fuente de información. (Vea las preguntas que hacer en los “Consejos Rápidos” sobre “Los preparativos: Dónde buscar y qué preguntas hacer”.)
  • Incluya al menos una estadística para proporcionar un contexto local, como el número de llamadas a la policía durante el año pasado para la violencia doméstica, o el número de víctimas que han buscado refugio. Si usted regularmente reporta sobre la policía, los tribunales o las familias, mantenga estas estadísticas a la mano para su uso con las noticias de última hora.
  • Sólo se necesita una frase para compartir los signos comunes de advertencia, tales como los celos, comportamientos del control, el aislamiento, el maltrato a los niños, y el abuso verbal.
  • Si no cabe la información en su historia escrita, añada una barra lateral con la información de contacto de varios recursos locales.

5) Balancee los crímenes con las causas

Para aquellos que llevan tiempo reportando sobre crímenes, mirar el ciclo de la violencia una y otra vez puede ser ensordecedor. A veces, nos encontramos con los homicidios de violencia doméstica, donde es evidente que el agresor también fue víctima (ej., un adolescente que había sido víctima de abusos en su propio hogar). Mientras más aprendemos sobre la violencia doméstica, menos claro puede parecer historia. Después de todo, casi la mitad de todos los abusadores también han sido víctimas. Hay una razón por la cual dicen los expertos que la violencia doméstica es un comportamiento aprendido.

Si usted tiene el tiempo y el espacio, la violencia entre novios adolescentes también podría ser un buen ángulo sobre cómo es que la violencia doméstica pasa entre las generaciones. Otro ángulo podría ser los grupos de apoyo para los agresores. El truco radica en tratar de lograr el equilibrio ingenuo en una historia actual acerca de un crimen de violencia doméstica. Al cubrir los casos abiertos, es importante poner la responsabilidad donde corresponde: con el abusador. Incluso si las explicaciones de cómo las personas se convierten en abusadores no tienen la intención de justificar el crimen, resuenan con las actitudes permisivas y culpan a la sociedad por las acciones de los individuos. Es mejor tratar el tema en historias separadas, con el espacio necesario para cubrirlo bien y con precisión y perspicacia.

6) Considere las opciones narrativas

Especialmente en las noticias investigativas, tenga en cuenta quién es su público principal y la forma en que afecta cómo se presenta el contenido. Por ejemplo, The Cleveland Plain Dealer pidió que Raquel Dissell escribiera toda su serie sobre la violencia entre novios adolescente al nivel del 5º grado, para que fuera accesible a la audiencia en el centro de la historia.

Nuestras opciones narrativas también pueden significar dejar al lado algo del material en los intereses de las víctimas y sus familias. Por ejemplo, asegúrese de no publicar información que pudiera revelar la ubicación de una víctima protegida por una orden de restricción.

7) Prepare a los protagonistas de sus historias para lo que viene

  • Una vez que la historia se escribe, vuelva a comprobar con las víctimas que usted no ha incluido algún detalle que sea emocionalmente perturbador para ellas, pero que no es esencial para la narración. A menudo, la manera de evitar problemas es tomar el tiempo necesario para comprobar cómo la historia o serie producida afecta a las víctimas.
  • Llame a las víctimas cuando se sepa la fecha de publicación, para que puedan prepararse emocionalmente para ello.
  • Sea consciente del impacto que pueden tener los comentarios publicados en línea, después de la publicación de su historia. Configure una cuenta de comentarios para los lectores, pero considere el bloqueo de los comentarios no filtrados, que a menudo repiten conceptos erróneos e/o innecesariamente exponen a las víctimas.
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