Cubriendo a los niños y el trauma: Una Guía Para los Profesionales del Periodismo

La mejor manera para que los editores puedan mejorar la cobertura del trauma infantil es creando espacios o rondas donde los periodistas puedan hacer reportajes sobre los niños con frecuencia. Eso significa ampliarse más allá del tradicional espacio educacional y asignar periodistas a política social, tendencias infantiles o temas familiares. Estos periodistas se volverán expertos en entrevistar niños y en escribir sobre ellos. Ellos sabrán a quién llamar cuando un niño de 13 años sea acusado de matar a sus padres o cuando un bebé es encontrado abandonado en la acera.

  • Asegúrese de que su periódico o estación de radio tenga políticas sensibles y respetuosas, escritas o no, respecto a la privacidad de las víctimas infantiles o a los menores sospechosos de un crimen. Trate de balancear el interés del público en la información con el daño que esta le puede causar a un menor, especialmente dado que el ciber espacio tiene una perdurabilidad muy particular. Las mejores políticas son flexibles y toman en consideración las circunstancias especiales de cada caso.
  • No permita que la jauría periodística dicte sus decisiones sobre nombrar a los menores. Solamente porque su competidor está nombrando a un ofensor sexual de 13 años, siguiendo la estela de histeria en la comunidad, no significa que usted deba hacerlo.
  • A la misma vez, sea flexible cuando una oportunidad realmente ética se presenta. No se rehúse automáticamente a nombrar a una niña de 16 años que vive en un hogar sustituto y quien quiere contar su historia solamente porque es una menor.
  • Trabaje con el editor de fotografía para asegurarse que el fotógrafo asignado a la historia conozca las reglas básicas (por ejemplo, fotos que no identifican al sujeto, temas sensibles).
  • Después de un desastre, asigne historias que eduquen a los padres sobres los efectos de la violencia en los niños y cómo minimizar los efectos del trauma. Animen a los padres a que limiten cuánto exponen a sus hijos a los medios, especialmente los niños pequeños. Provea información sobre dónde buscar ayuda. Dígale a los lectores qué se está haciendo a nivel gubernamental para proteger a la comunidad y cómo desarrollar planes de seguridad. Busque historias llenas de esperanza sobre víctimas que están reconstruyendo sus vidas.
  • No repita las mismas imágenes una y otra vez. Considere el impacto negativo de encabezados/fotos/detalles violentos en los lectores jóvenes que son parte de su público. Ponga advertencias de “contenido explícito”. El estar expuesto a imágenes perturbadoras puede causar o exacerbar el estrés postraumático en los menores.
  • Tenga cuidado con las historias de aniversario. Pregúntese qué quiere lograr con la historia: ¿Hay alguna manera de ir más allá de la simple repetición de los dolorosos detalles una vez más? Esté consciente de que este tipo de historias frecuentemente vuelven a abrir las heridas de las víctimas. No existe tal cosa como un desenlace satisfactorio o cierre para la mayoría de las víctimas. Nunca trivialice su dolor en un esfuerzo de cerrar la historia con nitidez y optimismo exagerado.
  • Evite el convertir una víctima en un emblema del sobreviviente cuando muchos otros han sufrido pérdidas similares. El tornar a las víctimas en héroes puede ser confuso para los niños que simplemente necesitan vivir su duelo después de lo ocurrido.
  • Busque historias que den un seguimiento más allá del evento inmediato y examine temas del sistema - por ejemplo, una serie de ataques de perros contra diversos niños puede llevar a la pregunta “¿Se están haciendo cumplir las leyes que prohíben que los perros anden sin correa?”. O el accidente de un bus escolar en el que falleció un estudiante puede señalar un problema más grande, tal como un descuidado mantenimiento vehicular o una inadecuada evaluación/selección de motoristas.
  • Bríndele a los periodistas el tiempo necesario para encontrar y entrevistar a niños. Reconozca que requerimientos tales como la confidencialidad y el permiso de los padres hacen más lento el proceso periodístico.
  • Rete a las instituciones que se rehúsen a brindar acceso a información importante sobre las vidas de los niños.
  • Sea sensible a las secuelas emocionales que periodistas y fotógrafos experimentan cuando están cubriendo actos de violencia. Llévelos a tomar un café y pregúnteles cómo están. Frecuentemente, los periodistas tienen dificultades admitiendo que están teniendo problemas a nivel emocional. Déles tiempo libre para recomponerse.
  • Establezca programas de asistencia a los empleados que ofrezcan tratamiento confidencial con profesionales de la salud mental y anime a los periodistas a que utilicen este recurso.