Cubriendo a los niños y el trauma: Una Guía Para los Profesionales del Periodismo

Las pesadillas comenzaron para un periodista luego de leer docenas de espantosos reportes de fatalidad de bebés que habían sido asfixiados, matados de hambre o a golpes.

El ver un zapato de niño tirado en los escombros de un accidente aéreo fue una imagen que persiguió a un fotógrafo por años.

La inocencia de los niños hace que su sufrimiento sea aún más perturbador. Los periodistas que escriben sobre la violencia infantil no se escapan incólumes. Muy por el contrario se arriesgan al estrés postraumático. Esto puede aparecer después de un par de años de cubrir el tema de protección al menor y escribir innumerables historias sobre abuso infantil o maltratos. O puede ser desencadenado por un evento particularmente espantoso.

Allison Ash, otrora locutora de noticias para Fresno TV, cubrió la matanza de nueve personas en un hogar de la zona en Marzo del 2004. La mayoría de las víctimas eran niños. Después, ella fue entrevistada para un reportaje en el Fresno Bee. Ella le dijo al periodista que tenía dificultades durmiendo. También le dijo que estaba teniendo dificultades alejándose de la historia porque los extraños la reconocían y la acorralaban en el supermercado para hablar de los asesinatos. Una cosa que le ayudó a Ash a hacerle frente a la situación fue buscar apoyo en otros periodistas y fotógrafos - y aún un oficial de la policía - que estaba en la escena del crimen y reconocían el horror del evento. Se ofrecieron abrazos y se derramaron lágrimas. “Los periodistas que tenemos hijos, hicimos lo que siempre hacemos - nos fuimos a casa y abrazamos a nuestros hijos,” dijo Ash.

Otras estrategias de manejo incluyen:

  • Habla de sus sentimientos con otros periodistas o con su editor. Invite a un colega a tomar un café con usted y desahóguese. Permítase llorar sin reparos. Deshágase del mito que la dureza emocional es equivalente con el buen periodismo.
  • Tómese tiempo libre para recobrar el ánimo después de una historia que lo drene emocionalmente. Trata de alejarse del trabajo. No verifique su correo electrónico, mensajes telefónicos ni llame para ponerse al día.
  • Trate de balancear su vida fuera del trabajo: Juegue con su perro, lea novelas, trabaje en el jardín, únase a un equipo de deportes, cocine una cena para sus amigos, vaya a acampar con sus hijos.
  • Edúquese sobre los síntomas del estrés postraumático. Si tiene dificultad durmiendo o comiendo, no puede concentrarte y se encuentra fuera de balance después de una semana más o menos, hable con un profesional de salud mental.
  • Pida cubrir un tipo de historia diferente de vez en cuando. Si no, pida que se le asigne a un área temática diferente si necesita un reposo de temas emocionalmente (por ejemplo, el sistema de protección al menor infantil o un asesinato relacionado con la violencia domestica.)