Lo que cada periodista debe saber sobre la violencia doméstica

Estos “consejos rápidos” sobre cómo reportar sobre la violencia doméstica, fueron escritos para el taller “Saliendo de las sombras: Cómo reportar sobre la violencia doméstica”, presentado en el Centro Dart en el 2011.

Lo Básico

¿Qué es la violencia doméstica?

La violencia doméstica (Intimate Partner Violence o IPV por sus siglas en inglés) es una conducta habitual abusiva que incluye tales comportamientos como el abuso verbal, las amenazas, la intimidación, la conducta manipuladora, el asalto físico y sexual, la violación, y homicidio. Los adultos y los jóvenes adolescentes utilizan la violencia doméstica para mantener el poder y el control sobre sus parejas íntimas.

La violencia doméstica es un comportamiento aprendido, y por lo general aumenta en frecuencia y severidad con el tiempo. Los abusadores no toman la responsabilidad por sus acciones, y siguen pensando que está bien usar la violencia contra sus parejas, hasta que sean confrontados, ya sea por la víctima, o por sus compañeros de trabajo, amigos y familiares, la policía y/u otros en la sociedad.

¿Quiénes son las víctimas? ¿Quiénes son los agresores?

Tanto las víctimas como los agresores provienen de todos los niveles socioeconómicos y educativos, y de todas las razas y religiones. La violencia doméstica afecta a personas de todas las edades y orientaciones sexuales. Sin embargo, cuando se trata del género, ya no es equilibrada: las víctimas de la violencia doméstica son en su mayoría las mujeres, y los abusadores son en su mayoría los hombres. En los EE.UU., el 85% de las víctimas de la violencia doméstica son mujeres. Además, en el 80% de los homicidios que resultan de la violencia doméstica (y no importa cuál de los dos fue asesinado/a), el hombre físicamente maltrataba a la mujer antes del asesinato. En una relación, las mujeres también son dos veces más propensas a sufrir lesiones que los hombres.

¿Qué tan común es la violencia doméstica?

De acuerdo con el Centro para el Control de las Enfermedades en los EE.UU., alrededor de 1.3 millones de mujeres en ese país son víctimas de la violencia doméstica cada año. Una de cada cuatro mujeres experimenta en su vida el asalto físico por su pareja. En comparación, el 7.5% de los hombres reportan haber sido víctimas de la violencia doméstica. Un estudio del Departamento de Justicia en los EE.UU. encontró que menos del 20% de las víctimas buscan el tratamiento médico después de haber recibido una lesión de su pareja.

¿Hay ciertas características que los agresores tienen en común?

No. Muchas veces las noticias reportan que los homicidios que resultan de la violencia doméstica a menudo contienen un elemento de sorpresa, y que el hombre que cometió el delito era de otra manera “normal”, un padre amoroso, un hombre de familia, un voluntario abnegado. Por lo general, esto refleja los sentimientos de los miembros de la familia y los amigos que conocían al asesino. Esto distorsiona la realidad de cómo la violencia doméstica funciona dentro de nuestras comunidades.

Los numerosos estudios revelan que los abusadores casi siempre funcionan socialmente en sus lugares de trabajo, y que a menudo son muy queridos por los demás. Esta contradicción, de buenas personas que maltratan a sus parejas cuando nadie está mirando, es el núcleo de muchas ideas erróneas sobre la violencia doméstica. Los periodistas deben reconocer y reportar con precisión esta dinámica, para que el público entienda que es típico ver a los abusadores mostrando una cara amable al mundo, mientras que aterrorizan a sus parejas. El nivel de integración de un sospechoso dentro de la vida comunitaria no es un indicador de cómo es vivir con él.

¿Por qué se quedan las víctimas en las relaciones abusivas?

Hay muchas razones. La literatura muestra que por lo general las víctimas no pueden pagar una vivienda o encontrar un trabajo para su sustento, y que muchos tienen miedo y/o no quiere perder o poner en peligro a sus hijos. Algunos han descubierto que no hay ninguna protección jurídica eficaz contra el agresor. También hay otras razones, tales como las creencias religiosas, el estatus migratorio, y las presiones familiares.

Sin el contexto de lo que impulsa a la violencia doméstica, los vecinos y los miembros de la familia que conocían al agresor a menudo utilizan la pregunta “¿Por qué no lo dejó?” para culpar a la víctima y/o cuestionar sus decisiones.

Es importante que los periodistas no caigan en esta trampa. Al igual que con todos los demás delitos, la responsabilidad de la conducta violenta en una relación solamente pertenece al agresor.
En sus reportajes, los periodistas nunca deben repetir ingenuamente esa pregunta. En su investigación privada, pueden usar la pregunta para entender mejor la dinámica de las relaciones abusivas y las opciones limitadas de las mujeres que terminan como víctimas.

A pesar de los obstáculos, muchas de las víctimas acaban por dejar a su abusador. Sin embargo, dejar a un abusador muchas veces es un proceso que lleva tiempo y que contiene múltiples pasos.

¿Cómo intensifican las relaciones abusivas?

Puesto que la violencia doméstica tiene que ver con el poder y el control, la lucha de la víctima para liberarse a menudo resulta directamente en la escalada de la agresión. El homicidio más a menudo ocurre cuando una mujer ha terminado o está tratando de poner fin a la relación con su agresor.

Es importante que los periodistas sepan esto, ya que nos proporciona un puente narrativo desde los detalles de un asesinato horrible hacia un contexto más amplio en el que el crimen ocurrió. Aquí los periodistas tienen una oportunidad para iluminar lo que sucedió antes del crimen, y de compartir cómo es que los intentos de liberarse muchas veces son precursores comunes de la escalada de la violencia. Los periodistas también pueden aprovechar del momento para hablar sobre las señales de tal abuso, los esfuerzos locales de prevención del abuso, y los servicios de apoyo a las víctimas, que son elementos cruciales en el reportaje de la violencia doméstica en nuestras comunidades. También ilustra por qué es que los periodistas deben tomar medidas adicionales para proteger a las víctimas en casos que permanecen abiertos.

¿Cómo afecta la violencia doméstica a la sociedad en general?

La violencia doméstica no es un asunto privado. Tiene graves consecuencias para las víctimas y abusadores, para sus hijos, y para toda la sociedad. Muchos estudios y estadísticas han sido publicados en las últimas dos décadas, iluminando el impacto de la violencia doméstica a largo plazo. El siguiente es un resumen de algunos de los puntos más importantes y recurrentes.

Impacto en las víctimas: Sufrir el abuso frecuente puede afectar los ingresos y el desempeño laboral de la víctima. Un 20% de las mujeres víctimas pierden sus trabajos. Las víctimas de la violencia doméstica también son más propensas a sufrir de depresión, lo cual puede resultar en el descuido de los niños. Y las mujeres maltratadas son de cuatro a cinco veces más propensas a cometer suicidio. La literatura muestra que la violencia doméstica también resulta en muchas personas dejando sus hogares para vivir en las calles. En varias ciudades de los EE.UU., de 20 a 40% de los padres de familia que viven en las calles reportan haber abandonado su hogar debido a conflictos violentos.

Impacto en los niños: Los niños que son testigos o víctimas de la violencia doméstica con frecuencia presentan síntomas como pesadillas, aislamiento, sensación de culpa, baja autoestima y agresión contra los demás. Los hombres que han sido testigos de la violencia doméstica como niños son dos veces más propensos a maltratar a sus esposas, que los hijos de los padres no violentos. De 40 a 60% de los hombres que maltratan a sus esposas también abusar a sus hijos.

Impacto en la sociedad: De acuerdo con un estudio publicado por el Centro para el Control de las Enfermedades en el 2007, cada año en los Estados Unidos hay más de 16,000 homicidios y más de dos millones de lesiones que requieren atención médica debido a la violencia doméstica, costando más de $37 millones una vez que se cuentan todos los costos (ej., el tratamiento médico y psicológico, los días de trabajo perdidos, y tales servicios públicos como los tribunales.)

¿Cuáles son los errores más comunes en el reportaje sobre la violencia doméstica?

  • Se presentan los homicidios que resultan de la violencia doméstica como un evento sorprendente, “chocante” y aislado.
  • No se presenta el contexto, incluyendo la frecuencia con que ocurre la violencia doméstica en la comunidad.
  • El reportaje no incluye información sobre cómo prevenir la violencia doméstica, y/o en dónde las víctimas pueden buscar ayuda.
  • Los expertos no son entrevistados como parte del reportaje.
  • Se presentan las historias de mujeres maltratando a los hombres como un fenómeno nuevo.
  • Se culpa a la víctima por lo sucedido.
  • El reportaje pretende ofrecer excusas para el abusador y/o menosprecia la importancia del crimen.